Porque confío en la posibilidad de guiar, educar y acompañar respetuosamente a la niñez que habita este mundo. Cuando hablo de crianza sana no pienso en la ausencia de alguna enfermedad, más bien me refiero a un estilo de crianza, de educación y de formación que es integral.
Me sucede que cuando veo, convivo, educo o crío a un niño, de cero a seis años, no sólo veo su cuerpo, también observo:
- Una mente impresionante con deseo de conectar con sus sentidos y explorar lo que saborea, siente, huele, escucha y ve.
- Un espíritu que busca conectar con espíritus libres, por lo tanto el suyo no debe quebrantarse, ni domarse.
- Emociones, sentimientos, expresados de muchas formas, la mayoría de las veces no verbalizados, pero interpretables.
- Una sexualidad que debe ser respetada.
- Un lenguaje corporal tan peculiar que es capaz de decirte todo.
Así entonces, para mí: Crianza Sana es el respeto por la naturaleza infantil, es decir; el acompañamiento respetuoso de los niños y niñas durante su desarrollo y puedo confiar en que es posible criar sanamente a un niño con síndrome down, autismo, esclerosis múltiple, cáncer, sida o cualquier patología, como al que vive sin algún trastorno o enfermedad. Mi concepto de salud va más allá del estado físico en que se encuentren.
Por las razones anteriores, este es un espacio donde encontrarás ideas, opiniones, consejos, experiencias, proyectos, tips, productos y servicios que te permitirán educar comprendiendo la naturaleza infantil.
Si te eres una mujer embarazada que trabaja o ya eres madre y deseas seguir trabajando y quieres que tus hijos se formen como seres libres y conscientes, pero no sabes cómo, te invito a suscribirte para que conozcas que siempre hay opciones para lograr un estilo de crianza saludable para quien cría y para quien es criado.
Aclaración: En este sitio se hará mención explícita del femenino cuando por la oposición de los sexos se justifique y sea relevante en el contexto. En tanto no sea así, deseamos aclarar que usaremos el genérico masculino como término, aludiendo así a hombres y mujeres, niños o niñas, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Tal como lo marca la RAE.